Si la guerra llega a Suecia

Ayer llegaba a acasa del trabajo y revisé el buzón como de costumbre. Arrinconado, muy al fondo, encuentré un librito con portada en tonos anaranjados y rojizos. El título sentenciaba "Si la crisis o la guerra llegan a Suecia". 

-Si se trata de un folleto publicitario, qué mal gusto-, pensé. Lo hojeé mientras subía en el ascensor hasta el último piso. A las pocas líneas me me di cuenta de que era un cuadernillo emitido por el gobierno. Todo muy oficial. ¿Me habría perdido algo? Un escalofrío me recorrió el cuerpo. 

Una vez en casa y mientras picaba algo, lo examiné con curiosidad. Resultó ser una guía con todo lujo de detalles de cómo actuar en caso de que se declare la guerra, de qué forma prepararse para vivir en condiciones extremas y qué alarmas sonarían en las ciudades en caso de bombardeo. Con lo tranquilas que son estas tierras, se volvía extraño imaginar una estampa de semejante calibre. Hace apenas una semana las compañeras de la oficina me contaban con total naturalidad que no echan el cerrojo cuando están en casa. -¿Quién iba a entrar? No pasa nada!-, repetían con tono de obviedad. Me llama la atención que, siendo tal la realidad cotidiana de muchas personas, el gobierno considere oportuno enviar a todos los hogares suecos dicho manual de supervivencia en caso de conflicto bélico.

Me entretuve leyendo las diferetes secciones y, ciertamente, no tenía desperdicio. Por lo visto hay unas llamadas "habitaciones de protección" repartidas por todo el país a las que acudir en caso de bombardeo o desastre natural. "Busca la más cercana a tu casa y a tu lugar de trabajo", recomendaban. Una sección dedicada a cómo proceder si se da un ataque terrorista. Quizás (y por desgracia) más probable. Otra sobre deberes civiles si estalla la guerra. Toda persona residente entre 16 y 70 años está obligada a prestar el servicio que las fuerzas armadas soliciten. La cita que me dejó más huella fue la siguiente "Si Suecia es atacada por otro país, nunca nos rendiremos. Cualquier notificación del cese de la resistencia es falsa". Patriotismo hasta el fin, vaya. A los pocos minutos de lectura se me quedó mal cuerpo. Desde luego, si se pusiera tan oscuro el asunto aquí, no querría imaginar el resto de Europa. 

Para finalizar con el curso exprés revisé la lista que adjuntan de comida y otras mercancías que se recomienda tener en cada vivienda por si, ya sabes, de golpe y porrazo estallara una enorme discordia. La tercera guerra mundial, por lo menos. Agua embotellada, linterna, baterías, cocina de gas y similares, bastante razonable. Eso sí, lo que me fascinó fueron los consejos culinarios. Leche de avena, patatas, hortalizas, legumbres, mermelada...hummus en lata. Sí, sí, hummus! Las veganas lo llevamos de fábula, entonces. Visto así, en mi casa nos salvamos hasta de una invasión zombi.  


Comentarios

  1. Desde luego da que pensar. Si han decidido repartir el manual, no se augura un buen futuro...

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