Atención de dolores al modo escandinavo
Por mucha vida sana que te propongas llevar, las aventuras y desventuras del día a día te llevarán a necesitar pedir hora en el médico de cabecera tarde o temprano. Llegado este momento, ¿qué hacer?
Lo cierto es que la sanidad de este país no se diferencia tanto como podía imaginar a la española. Y es que la asistencia sanitaria aquí resulta, en gran medida, gratis: tan sólo se paga una cantidad simbólica cada vez que necesitas consulta. Así, si solicitas visita en la médico de cabecera, se abona lo equivalente a unos diez euros. La primera vez que hice uso de este servicio me resultó tremendamente raro pagar en recepción antes de pasar a la sala de espera. ¡Qué mal acostumbrada estaba a los privilegios de la sanidad totalmente pública y gratuita!
Por otro lado, si tu médico decide que necesitas la exploración de una especialista, se pagan aproximadamente unos treinta euros. Con ello se incluye desde ginecología hasta dermatología, pasando por traumatología, etc. Ya sabes a qué me refiero. Este tipo de consulta no me ha hecho falta hasta ahora, pero parece una suma razonable desde mi punto de vista. Si, en cambio, lo que necesitas es el apoyo de una dietista o una revisión rutinaria, suelen ser entre cinco y diez euros por considerarse una necesidad de más frecuencia -según tengo entendido-. A lo que me refiero con estas exploraciones rutinarias, por ejemplo, es la toma de muestras preventivas para el cáncer de útero. Aunque no son obligatorias, te citan periódicamente y después de la visita recibes la factura en casa.

¿Encuentras alguna ventaja a este sistema? Parece que el hecho de pagar, aunque sea una nimiedad, lleva a los usuarios a valorar más el servicio y solicitarlo cuando realmente se considera necesario. Con ello no insinúo que sea la sanidad perfecta, hasta ahora ninguna que haya conocido me inspira tal categorización. De hecho, actualmente hay carencia de personal sanitario en Suecia y tanto centros de salud como hospitales están bastante saturados. No resulta la situación agónica de otros países, ya que aquí el ratio de enfermero o médico por paciente es de por sí significativamente menor, pero se empiezan a notar las consecuencias.
*En la fotografía ves el centro de atención primaria de mi barrio semicubierto por la nevada de la semana pasada.
*En la fotografía ves el centro de atención primaria de mi barrio semicubierto por la nevada de la semana pasada.
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