Sobre la vida y la muerte

En la zona de jardines de mi urbanización hay un pequeño cementerio que me había llamado la atención desde que me mudé a esta zona. Entre unas cosas y otras todavía no había entrado y ayer, llegado a casa pronto, se me antojó explorarlo. Mucha gente me pregunta por qué me gustan tanto los cementerios. ¿Por qué no? -les respondo- ¿cuál es el tabú al respecto? Estos recintos reflejan en buena medida la cultura que los ampara. Del mismo modo que disfruto visitando yacimientos arqueológicos, castillos, simples calles o museos cuando viajo, intento incluir alguno de estos mágicos espacios. Cómo concebimos y afrontamos la muerte dice mucho de nosotros. El sol ya se escondía en el horizonte cuando me dirigí hacia la entrada del diminuto cementerio. Lleva semanas nevando y el paisaje blanco era de lo más relajante. Antes de cruzar la verja me percaté de un cartelito que reposaba a su lateral derecho. No entendí por completo el texto, estaba en sueco antiguo, pero intuí que ...